¡ V a c a c i o n e s !
Paro por tiempo indefinido.
Viajes, risas, fiestas, abrazos, noches, calor, filosofía, hielo, luz, aprendizaje, besos, melodías.
Un gusto conocerte, 2010. Gracias.
Ya te quiero ver acá, mi feliz año nuevo...
En este piano bar, la sal no sala y sólo Dios sabe. No quiero filosofía barata y zapatos de goma, estoy buscando un símbolo de paz. Voy demoliendo hoteles, es parte de la religión: El karma de vivir al sur. No me verás en el subte, no voy en tren, recorro la vereda del Sol de esta ruta perdedora. Estaba en llamas cuando me acosté, y vos también estabas verde... Estamos cerca de la revolución y cual Adela en el carrousell, yo rezo por vos. La vanguardia es así, it's only love, it's say no more.
martes, 21 de diciembre de 2010
viernes, 3 de diciembre de 2010
No te alejes tanto de mí
Después de esperar tanto, después de extrañarte desde aquel 9 de Octubre, después de que la entrada me pedía a gritos ser estrenada, llegó Diciembre, llegó Spinetta.
Tres cuadras de gente esperando para ver algo "privado"... ¡Tenías que ser vos, Flaquito! Y sentarme en la barra de un Niceto ya muy oscuro y transpirado, para volver a verte esos ojitos de papel, que volvió a no tener precio. Porque entrás con una idea en mente, pero cuando te escucho paranoiquearme con "Dame un futuro, en el que yo pueda hamacarme y ver las estrellas brillar... ♪" No se sabe jamás, ni cuándo ni cómo termina la función. Fuiste corto, corto y sencillo. No volviste cuando te lo pedimos, no repartiste sonrisas ni autógrafos, fuiste amigo de los homenajes y las presentaciones, fuiste vos, como siempre.
Me dejaste sola, llegando las 22:30, en cualquier calle de Palermo, tomando algo con cuatro extraños que no sabían lo mucho que te extrañaba. La luna me iluminaba tus pasos, al igual que aquella vez. Y hoy, puedo prometerte que el 22 te voy a ir a buscar, para despedirme de todo lo que pasó y conocer todo lo que pasará. Porque yo sé que prontito tendré tus huellas en Un Mañana.
Tres cuadras de gente esperando para ver algo "privado"... ¡Tenías que ser vos, Flaquito! Y sentarme en la barra de un Niceto ya muy oscuro y transpirado, para volver a verte esos ojitos de papel, que volvió a no tener precio. Porque entrás con una idea en mente, pero cuando te escucho paranoiquearme con "Dame un futuro, en el que yo pueda hamacarme y ver las estrellas brillar... ♪" No se sabe jamás, ni cuándo ni cómo termina la función. Fuiste corto, corto y sencillo. No volviste cuando te lo pedimos, no repartiste sonrisas ni autógrafos, fuiste amigo de los homenajes y las presentaciones, fuiste vos, como siempre.
Me dejaste sola, llegando las 22:30, en cualquier calle de Palermo, tomando algo con cuatro extraños que no sabían lo mucho que te extrañaba. La luna me iluminaba tus pasos, al igual que aquella vez. Y hoy, puedo prometerte que el 22 te voy a ir a buscar, para despedirme de todo lo que pasó y conocer todo lo que pasará. Porque yo sé que prontito tendré tus huellas en Un Mañana.
Algo está pasando hoy
es que te quiero tanto amor
ya nada está cerrado
luce como el mundo.
Me estaba preguntando
me estaba preguntando
estaba simplemente así, super bien.
Y ellos se estaban oxidando
y yo estaba por creer en vos.
No te alejes tanto
no te alejes tanto de mí.
Me estaba preguntando
y estaba alimentando
y estaba alucinando bien, super super,
y es que estaba satinado
y estaba por pensar en vos, en vos.
Estaba yo pensando
que era balanceado
y estabas acercándote,
nena vos acercándote.
Pero no, vos venías por alta
yo estaba satinado
me estabas recorriendo al fin,
nena al fin, ¡sí!.
No te alejes tanto de mí...
es que te quiero tanto amor
ya nada está cerrado
luce como el mundo.
Me estaba preguntando
me estaba preguntando
estaba simplemente así, super bien.
Y ellos se estaban oxidando
y yo estaba por creer en vos.
No te alejes tanto
no te alejes tanto de mí.
Me estaba preguntando
y estaba alimentando
y estaba alucinando bien, super super,
y es que estaba satinado
y estaba por pensar en vos, en vos.
Estaba yo pensando
que era balanceado
y estabas acercándote,
nena vos acercándote.
Pero no, vos venías por alta
yo estaba satinado
me estabas recorriendo al fin,
nena al fin, ¡sí!.
No te alejes tanto de mí...
lunes, 29 de noviembre de 2010
Estás acá
Cuesta creer que ya pasó un mes desde tu partida, cuesta creer que tantas horas nocturnas en la Plaza se hicieron valer, cuesta creer que hoy, después de 30 días, te siento más vivo que nunca.
Cabandié, D´Elia, Pérsico, Hebe, Estella, Barragán, Víctor... Corazones que nunca olvidan, caminando al lado tuyo, sintiendo lo mismo, saboreando ese gustito tan particular, mescla de nostalgia y pasión, de angustia y fervor, de dolor y amor. Si se cantó el himno nacional con lágrimas y abrazos, es porque supimos que llegaría hasta el cielo, hasta los 30.000, hasta vos.
Fuiste lo nuestro y fuimos lo tuyo, pero entre tantas caras, siempre una se va a destacar... La de ella. Ella, que después de todo sigue, porque lleva como bandera al pibe que cobra la asignación, al jubilado con los remedios gratuitos, a la Madre (Hoy Abuela, quizás) que ya no tiene que soportar ver al asesino de su hijo homenajeado en un cuadro y una pared. Ella, que te extraña, porque te extrañamos todos. Ella, que lucha por vos, como luchamos todos. Ella, que sigue adelante, como seguimos todos.
Siempre te vamos a inundar de gracias por la justicia que nos diste, pero especialmente, voy a morir agradeciendo que fue por vos, que conocí la palabra "Compañero" con el sentimiento más profundo. Las ganas de nunca bajar los brazos y saber que siempre queda una razón más para luchar, para seguir.
Hoy, pingüino, cuesta creer que ya pasó un mes de tu partida. Hoy, pingüino, cuesta creer que tantas horas nocturas en la Plaza se hicieron valer. Hoy pingüino, después de 30 días...
Te siento más vivo que nunca.
Cabandié, D´Elia, Pérsico, Hebe, Estella, Barragán, Víctor... Corazones que nunca olvidan, caminando al lado tuyo, sintiendo lo mismo, saboreando ese gustito tan particular, mescla de nostalgia y pasión, de angustia y fervor, de dolor y amor. Si se cantó el himno nacional con lágrimas y abrazos, es porque supimos que llegaría hasta el cielo, hasta los 30.000, hasta vos.
Fuiste lo nuestro y fuimos lo tuyo, pero entre tantas caras, siempre una se va a destacar... La de ella. Ella, que después de todo sigue, porque lleva como bandera al pibe que cobra la asignación, al jubilado con los remedios gratuitos, a la Madre (Hoy Abuela, quizás) que ya no tiene que soportar ver al asesino de su hijo homenajeado en un cuadro y una pared. Ella, que te extraña, porque te extrañamos todos. Ella, que lucha por vos, como luchamos todos. Ella, que sigue adelante, como seguimos todos.
Siempre te vamos a inundar de gracias por la justicia que nos diste, pero especialmente, voy a morir agradeciendo que fue por vos, que conocí la palabra "Compañero" con el sentimiento más profundo. Las ganas de nunca bajar los brazos y saber que siempre queda una razón más para luchar, para seguir.
Hoy, pingüino, cuesta creer que ya pasó un mes de tu partida. Hoy, pingüino, cuesta creer que tantas horas nocturas en la Plaza se hicieron valer. Hoy pingüino, después de 30 días...
Te siento más vivo que nunca.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Plegaria para un niño dormido
Finde largo, movidísimo y repleto de sonrisas. Desde las 8:30 de la mañana del sábado, hasta el atardecer de este lunes que me anunciaba que todavía tenía una semana más para poner la mente en marcha... Apoyo escolar a los nenes de la Loma, almuerzo con los chicos de la UES y la tan esperada proyección del mini-documental de La Noche de Los Lapices, tan bien finalizada por la charla con un compañero de la militancia desde que la misma avanzaba en los primeros años... Emotivo, como todo lo que significó esa lucha y esos corazones que no se podían censurar. Y cálido, por ser una charla siempre entre nosotros, con comentarios continuados y una que otra risita amigable, pero que guardaba un enorme respeto al tema que se estaba (Y casi con obligación moral) tratando. Terminada la reunión, me tomé el 152 y me volví a las 20:45 a casa para ponerme las botas negras (Esta vez, ¡Completamente sanas!) e irme al cumpleaños de una señorita que aprendí a querer como pocas, por esa situación y esa personalidad especial que me alegraron casi todas las mañanas del año y que siempre me hizo sentir mejor. ¡Gracias por tanto, Yanu! Felices 15 (:
Dando por terminado lo sentimental, volvi cuando salía el sol y apoyé la cabeza en la almohada sabiendo que mis ojos descansarían sólo por unas tres horitas, porque ese mismo mediodía, el morocho más hermoso y cachetón de todo el universo, cumplía su primer añito en esta vida.
Me desperté con mi vieja a menos de un metro, con la cabeza metida en su Facebook (Sisi, mi mamá tiene facebook y eso elevó su irritabilidad al cubo) y causándome esos bajones mañaneros que te impiden sonreirle al cielo, y te provocan las ganas constantes de mandar todo al joraca y volver a dormir.
Salimos de casa tarde, y el comentario de: "Nosotras vamos más tempranito y te ayudamos con todo, tía!" se fue volando por la ventanilla como los chicles que pierden su sabor arriba de un bondi. Mi hermana y yo compartimos un viaje largo, pero de esos que me hacen reir demasiado. Da risa saber que fue por la molestia que nos provocaba mamá, que arrancamos a hablar más seguido... Es una persona muy parecida a mi, pero con esos grandes detalles diferentes que convierten una relación, en una amistad duradera. Además de ser una fuente de experiencia del día a día y una inconsciente consejera.
Llegamos. Gente, comida y globos en multitud. Caras conocidas, caras desconocidas, carcajadas, sonrisas tímidas, abrazos, besos, festejos y alegría... Y entre todo eso, una caripela se distinguia: La de mi primito Sebas.
Ese negrito simpático que llegó a la vida de todos de una forma inesperada y a la vez, la más esperada de todas. El sueño cumplido y la esperanza de un presente duradero convivían todos los días, junto con el crecimiento de un nene que llegué a amar con todo mi corazón, y del que me sería imposible imaginar muy lejos. Un año entero de vida, desde aprender a mirar con otros ojos a dos personas, hasta descubrir las mil y un formas de pasar una tarde. "¡No puede ser más lindo!" Es lo único que se te pasa por la cabeza cuando te mira con esos ojazos brillantes y oscuros. Esos ojos que rebalsan de la curiosidad que te da el estreno, lo nuevo, lo que todavía no encontré y ni siquiera sé si quiero buscar. Esos ojos que te matan de amor. Esos ojos que tienen un camino entero para recorrer, llenitos del breve ayer y el extenso mañana. Llenitos del hoy, siempre llenitos de hoy.
Te reís con él porque te reís de lo simple. Te reís de sus gestos, de sus balbuceos, de sus intentos imposibles y soñadores. Sos feliz porque él es feliz, inmensamente feliz con eso: El amor. El amor que le dan todos, el que también te dan a vos y me dan a mi, pero que por alguna razón suena tan cercano viniendo del bodoque.
Y así pasa la tarde, después la noche y más tarde la mañana. Dejás de cuestionar un poco a la vida para disfrutarla así como es, porque te vive dando regalos y te pide siempre una cosa a cambio: La esperanza de la lucha imparable. Decir siempre lo que creés necesario, pero a veces simplemente callar para escuchar la risa del que tenés al lado, que a veces ni lo conocés, pero todos necesitamos un poquitito de felicidad ajena de vez en cuando.
¡Feliz cumpleaños, primito hermoso! ¡Gracias por alegrarme tanto la vida!
Dando por terminado lo sentimental, volvi cuando salía el sol y apoyé la cabeza en la almohada sabiendo que mis ojos descansarían sólo por unas tres horitas, porque ese mismo mediodía, el morocho más hermoso y cachetón de todo el universo, cumplía su primer añito en esta vida.
Me desperté con mi vieja a menos de un metro, con la cabeza metida en su Facebook (Sisi, mi mamá tiene facebook y eso elevó su irritabilidad al cubo) y causándome esos bajones mañaneros que te impiden sonreirle al cielo, y te provocan las ganas constantes de mandar todo al joraca y volver a dormir.
Salimos de casa tarde, y el comentario de: "Nosotras vamos más tempranito y te ayudamos con todo, tía!" se fue volando por la ventanilla como los chicles que pierden su sabor arriba de un bondi. Mi hermana y yo compartimos un viaje largo, pero de esos que me hacen reir demasiado. Da risa saber que fue por la molestia que nos provocaba mamá, que arrancamos a hablar más seguido... Es una persona muy parecida a mi, pero con esos grandes detalles diferentes que convierten una relación, en una amistad duradera. Además de ser una fuente de experiencia del día a día y una inconsciente consejera.
Llegamos. Gente, comida y globos en multitud. Caras conocidas, caras desconocidas, carcajadas, sonrisas tímidas, abrazos, besos, festejos y alegría... Y entre todo eso, una caripela se distinguia: La de mi primito Sebas.
Ese negrito simpático que llegó a la vida de todos de una forma inesperada y a la vez, la más esperada de todas. El sueño cumplido y la esperanza de un presente duradero convivían todos los días, junto con el crecimiento de un nene que llegué a amar con todo mi corazón, y del que me sería imposible imaginar muy lejos. Un año entero de vida, desde aprender a mirar con otros ojos a dos personas, hasta descubrir las mil y un formas de pasar una tarde. "¡No puede ser más lindo!" Es lo único que se te pasa por la cabeza cuando te mira con esos ojazos brillantes y oscuros. Esos ojos que rebalsan de la curiosidad que te da el estreno, lo nuevo, lo que todavía no encontré y ni siquiera sé si quiero buscar. Esos ojos que te matan de amor. Esos ojos que tienen un camino entero para recorrer, llenitos del breve ayer y el extenso mañana. Llenitos del hoy, siempre llenitos de hoy.
Te reís con él porque te reís de lo simple. Te reís de sus gestos, de sus balbuceos, de sus intentos imposibles y soñadores. Sos feliz porque él es feliz, inmensamente feliz con eso: El amor. El amor que le dan todos, el que también te dan a vos y me dan a mi, pero que por alguna razón suena tan cercano viniendo del bodoque.
Y así pasa la tarde, después la noche y más tarde la mañana. Dejás de cuestionar un poco a la vida para disfrutarla así como es, porque te vive dando regalos y te pide siempre una cosa a cambio: La esperanza de la lucha imparable. Decir siempre lo que creés necesario, pero a veces simplemente callar para escuchar la risa del que tenés al lado, que a veces ni lo conocés, pero todos necesitamos un poquitito de felicidad ajena de vez en cuando.
¡Feliz cumpleaños, primito hermoso! ¡Gracias por alegrarme tanto la vida!
jueves, 18 de noviembre de 2010
Post Crucifixión
Y un día como hoy, 1.700 jueves atrás, esas locas no conocían la palabra "discreción", no conocían la palabra "silencio", no conocían la palabra "miedo". Gracias a Dios, conocían una palabra que les dejaría la lengua sin pelos y los ojos mojados en busca de un sueño... Conocían la palabra "Amor", y eso era lo que les habían robado en medio de la oscuridad.
¿Cómo se puede resistir a tanta desesperación? Bueno, eran madres. Dicen que es el mayor amor que puede existir sobre la humanidad, y aún así, todavía hay personas que van a ver este día como un día más...
"Mujeres paridas por sus hijos, son el coro griego de esta tragedia. Enarbolando las fotos de sus desaparecidos, dan vueltas y vueltas a la pirámide, ante la rosada casa de gobierno, con la misma obstinación con que peregrinan por cuarteles y comisarías y sacristías, secas de tanto llorar, desesperadas de tanto esperar a los que estaban y ya no están, o quizás siguen estando, o quién sabe:
—Me despierto y siento que está vivo —dice una, dicen todas—. Me voy desinflando mientras pasa la mañana. Se me muere al mediodía. Resucita en la tarde. Entonces vuelvo a creer que llegará y pongo un plato para él en la mesa, pero se me vuelve a morir y a la noche me caigo dormida sin esperanza. Me despierto y siento que está vivo...
Las llaman locas. Normalmente no se habla de ellas. Normalizada la situación, el dólar está barato y cierta gente también. Los poetas locos van al muere y los poetas normales besan la espada y cometen elogios y silencios. Con toda normalidad el ministro de Economía caza leones y jirafas en la selva africana y los generales cazan obreros en los suburbios de Buenos Aires. Nuevas normas de lenguaje obligan a llamar "Reorganización Nacional" a la dictadura militar.
A veces se le va la mano en la fe, y anuncia la revolución social de no muy realista manera, o se dispara públicamente en furias contra el poder militar y el Papa de Roma. Pero, ¿qué sería de las madres de Plaza de Mayo sin el entusiasmo de esta muchacha? Ella no deja que las madres se vengan abajo, cuando ya parecen vencidas por tanto silencio y burla:
—Siempre se puede hacer algo —les dice—. Unidas. Cada una por su lado, no. Vamos a... Tenemos que...
Y recoge el bastón y es la primera en moverse.
Alicia Moreau ya va para cien años. Está en la lucha desde los tiempos en que los socialistas no bebían más que agua ni cantaban otra cosa que la Internacional. Desde entonces han ocurrido maravillas y traiciones en cantidad, muchos naceres, muchos morires, y a pesar de todos los pesares ella sigue creyendo que creer vale la pena. Alicia Moreau está airosa y briosa como a principios de siglo, cuando discurseaba en los barrios obreros de Buenos Aires, parada sobre un cajón, entre banderas rojas, y atravesaba la cordillera de los Andes a lomo de mula, apurando el paso para no llegar tarde al congreso feminista."
Fragmento que robé humildemente de las miles de publicaciones que adornaron cada fecha histórica, de esas que vale la pena leer, porque vale conocer y vale sentir. Acá estamos, mirando para atrás pero caminando para adelante, recordando lo que pasó con la misma fuerza, con la que se imagina lo que pasará. Formando y construyendo un país que tenemos todos, pero que todavía se tiene que trabajar.
Y allá están, las Madres de ayer y las Abuelas de hoy, con las mismas lágrimas, los mismos sueños, el mismo camino y en busca de la misma respuesta... Gracias por enseñarme que vale la pena luchar. Hoy, si miro un rato al cielo, puedo rescatar entre las nubes blancas las sonrisas orgullosas de los 30.000.
"Que nos digan a dónde han escondido las flores, que aromaron las calles persiguiendo un destino... ¿Dónde, dónde se han ido?"
Cada vez estamos más cerca de la verdad, Víctor... NUNCA MÁS.
¿Cómo se puede resistir a tanta desesperación? Bueno, eran madres. Dicen que es el mayor amor que puede existir sobre la humanidad, y aún así, todavía hay personas que van a ver este día como un día más...
"Mujeres paridas por sus hijos, son el coro griego de esta tragedia. Enarbolando las fotos de sus desaparecidos, dan vueltas y vueltas a la pirámide, ante la rosada casa de gobierno, con la misma obstinación con que peregrinan por cuarteles y comisarías y sacristías, secas de tanto llorar, desesperadas de tanto esperar a los que estaban y ya no están, o quizás siguen estando, o quién sabe:
—Me despierto y siento que está vivo —dice una, dicen todas—. Me voy desinflando mientras pasa la mañana. Se me muere al mediodía. Resucita en la tarde. Entonces vuelvo a creer que llegará y pongo un plato para él en la mesa, pero se me vuelve a morir y a la noche me caigo dormida sin esperanza. Me despierto y siento que está vivo...
Las llaman locas. Normalmente no se habla de ellas. Normalizada la situación, el dólar está barato y cierta gente también. Los poetas locos van al muere y los poetas normales besan la espada y cometen elogios y silencios. Con toda normalidad el ministro de Economía caza leones y jirafas en la selva africana y los generales cazan obreros en los suburbios de Buenos Aires. Nuevas normas de lenguaje obligan a llamar "Reorganización Nacional" a la dictadura militar.
A veces se le va la mano en la fe, y anuncia la revolución social de no muy realista manera, o se dispara públicamente en furias contra el poder militar y el Papa de Roma. Pero, ¿qué sería de las madres de Plaza de Mayo sin el entusiasmo de esta muchacha? Ella no deja que las madres se vengan abajo, cuando ya parecen vencidas por tanto silencio y burla:
—Siempre se puede hacer algo —les dice—. Unidas. Cada una por su lado, no. Vamos a... Tenemos que...
Y recoge el bastón y es la primera en moverse.

Fragmento que robé humildemente de las miles de publicaciones que adornaron cada fecha histórica, de esas que vale la pena leer, porque vale conocer y vale sentir. Acá estamos, mirando para atrás pero caminando para adelante, recordando lo que pasó con la misma fuerza, con la que se imagina lo que pasará. Formando y construyendo un país que tenemos todos, pero que todavía se tiene que trabajar.
Y allá están, las Madres de ayer y las Abuelas de hoy, con las mismas lágrimas, los mismos sueños, el mismo camino y en busca de la misma respuesta... Gracias por enseñarme que vale la pena luchar. Hoy, si miro un rato al cielo, puedo rescatar entre las nubes blancas las sonrisas orgullosas de los 30.000.
"Que nos digan a dónde han escondido las flores, que aromaron las calles persiguiendo un destino... ¿Dónde, dónde se han ido?"
Cada vez estamos más cerca de la verdad, Víctor... NUNCA MÁS.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Alfil, ella no cambia nada.
Pruebas, pruebas, pruebas... ¿Algo más? Ah, sí. ¡Más pruebas! No veo la hora de terminar con todo este cuestionario de intelecto: Yo sé lo que sé, y soy feliz con lo que sé ¡Basta! ¿Por qué caminar pasito por pasito, 10 meses al año, y después correr hasta gastar el último aire en esos últimos 30 días? ¿Por qué vivir con la presión de una cuenta regresiva (It´s the finaaal countdownnn ♪ ♫) cuando se podría aplicar con un poquito más de dedicación (Un poquito che, tampoco la pavada) del docente hacia el alumno, y por ende del alumno hacia el estudio? Si al fin y al cabo todo esto nos lleva a un futuro mejor, ¿No estaría bueno dar algún que otro adelanto? Porque la peli tiene mucho trailer, pero yo no conozco a ningun actor que me sepa decir la fecha de estreno...
No soy una chica estudiosa, no me gusta estudiar. Me gusta aprender, me gusta escuchar, me gusta conocer y me gusta descubrir... Pero no encuentro en el estudio ninguna de esas cosas. Según el diccionario, estudiar es: "Ejercitar el entendimiento para comprender o aprender una cosa." Sin embargo, dicho acto se aplica generalmente para ser enseñado y movilizar un hecho, ¿No? Pero yo a los 40 años, me voy a levantar de la cama y no voy a decir: ¡Mi vida es tan próspera, los polinomios son para mí como pájaros volando en un cielo transparente! No, no. Me lo imagino un poco más así: Yo, sentada en la mesa, evaluando el último capítulo de mi novela (Para seguramente, darme cuenta de que no me gusta y tirarlo a la basura) y mi hijo terminando la tarea de Matemática.
-------------------
- Mamá, ¿Me ayudás? El resultado no me da igual... ¿Los dos monomios se tienen que dividir por los coeficientes y las variables entre sí, o las propiedades de la potenciación no se aplican en esa regla de signos?
- ...
- ¿Ma?
- Mañana te mando a un particular.
-------------------
Volviendo a la definición de la palabra, yo creo más certero relacionar al estudio con las cosas que realmente nos apasionan... Tengo una semana para estudiar 3 biomas, y aún así, traigo un brillante y delicioso 1 a mi casa. ¿Por qué? Simple: Desde que arranca el lunes, hasta que se despide el domingo, esa "tarea" queda pendiente en mi cabeza como un linyera en medio del microcentro... La gente lo ve, sabe que ahí esta, sabe que espera que nos ocupemos de él, pero ¿Porque hoy? Si tengo 300 boludos que caminan al mismo tiempo que yo, ¡Todos tenemos nuestras ocupaciones! Es necesario priorizar MI interés.
Cuestión que se acerca la madrugada del lunes (Lunes por la madrugaada, yo cierro mis ojos y veo tu cara, que sonríe... Complice de amorr ♪ ♫) y sería hora de abrir el libro. Mis ojos recorren esas indecentes palabras como golpeando a mi cerebro para decirle: "¡Che, vos! Si, si, vos. ¿Qué esperás para despertarte?" y no escuchan señal alguna. Porque parte de mi ser tararea una de Zeppelin, otra parte planea el fin de semana y otra parte (Usualmente la más pelotuda) esta con el autoestima por el piso porque otra vez, se peleo con otro boludo y otra vez, se le enfermaron las maripositas del estómago.
No es que no quiera estudiar, pero ¡Por Dios! Yo sé que debe haber alguna forma un poquito más interesante de ver esto... Y sin embargo, sin la intensión de conectar dos neuronas, mi cabecita almacena los pensamientos de una vida real, de esa que tenemos todos y que alguna vez, los polinomios tendrán que vivir.
No soy una chica estudiosa, no me gusta estudiar. Me gusta aprender, me gusta escuchar, me gusta conocer y me gusta descubrir... Pero no encuentro en el estudio ninguna de esas cosas. Según el diccionario, estudiar es: "Ejercitar el entendimiento para comprender o aprender una cosa." Sin embargo, dicho acto se aplica generalmente para ser enseñado y movilizar un hecho, ¿No? Pero yo a los 40 años, me voy a levantar de la cama y no voy a decir: ¡Mi vida es tan próspera, los polinomios son para mí como pájaros volando en un cielo transparente! No, no. Me lo imagino un poco más así: Yo, sentada en la mesa, evaluando el último capítulo de mi novela (Para seguramente, darme cuenta de que no me gusta y tirarlo a la basura) y mi hijo terminando la tarea de Matemática.
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- Mamá, ¿Me ayudás? El resultado no me da igual... ¿Los dos monomios se tienen que dividir por los coeficientes y las variables entre sí, o las propiedades de la potenciación no se aplican en esa regla de signos?
- ...
- ¿Ma?
- Mañana te mando a un particular.
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Volviendo a la definición de la palabra, yo creo más certero relacionar al estudio con las cosas que realmente nos apasionan... Tengo una semana para estudiar 3 biomas, y aún así, traigo un brillante y delicioso 1 a mi casa. ¿Por qué? Simple: Desde que arranca el lunes, hasta que se despide el domingo, esa "tarea" queda pendiente en mi cabeza como un linyera en medio del microcentro... La gente lo ve, sabe que ahí esta, sabe que espera que nos ocupemos de él, pero ¿Porque hoy? Si tengo 300 boludos que caminan al mismo tiempo que yo, ¡Todos tenemos nuestras ocupaciones! Es necesario priorizar MI interés.
Cuestión que se acerca la madrugada del lunes (Lunes por la madrugaada, yo cierro mis ojos y veo tu cara, que sonríe... Complice de amorr ♪ ♫) y sería hora de abrir el libro. Mis ojos recorren esas indecentes palabras como golpeando a mi cerebro para decirle: "¡Che, vos! Si, si, vos. ¿Qué esperás para despertarte?" y no escuchan señal alguna. Porque parte de mi ser tararea una de Zeppelin, otra parte planea el fin de semana y otra parte (Usualmente la más pelotuda) esta con el autoestima por el piso porque otra vez, se peleo con otro boludo y otra vez, se le enfermaron las maripositas del estómago.
No es que no quiera estudiar, pero ¡Por Dios! Yo sé que debe haber alguna forma un poquito más interesante de ver esto... Y sin embargo, sin la intensión de conectar dos neuronas, mi cabecita almacena los pensamientos de una vida real, de esa que tenemos todos y que alguna vez, los polinomios tendrán que vivir.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Yo quiero ver un tren
Final de jueves... ¿Por donde arrancar? Paro docente, día libre de prueba, día libre de gimnasia. Me levanté tempranito, me tomé uno de esos cappuccinos que te levantan el ánimo en cualquier momento, y de un segundo al otro, se me ocurrió salir a correr a la Quinta. Si, la Quinta Presidencial. (Guarda, no tiene nada que ver con mi arranque político, pero no puedo negar que pasar por la reja y tocar las cintas negras, celestes y blancas, era algo que venía necesitando)
Dudaba en ir, pero después de un ataque verbal con mi vieja, sentía mi deber pasar la tarde puertas afuera... A veces me cuesta verla como mi mamá, es más bien, como una de esas compañeras de cuarto que tienen las protagonistas en las películas baratas, esas que son insoportables y su papel en el drama es joder lo más posible de una forma infantil e irracional... O la tintura le deteriora la moral, o el escote de todos los sábados a la noche le deja entrar demasiado aire y se le vuela la coherencia. De todas maneras, no estoy para hablar de ella ahora (Aunque siempre hay algo que decir).
¡Yo, corriendo al mejor estilo Zona Norte! Las zapatillitas blancas, la colita bien alta, (Ambas dos, jajaja) la musculosa gimnástica y el mp3 del celular guardado en la riñonera. Todo eso, si lo decorás con mi imagen, sigue siendo algo impresentable, pero no podía dejar de sentirme importante corriendo entre gorilas y modelitos uni-neuronales.
Después de un par de horitas, volvi a casa. No quería prender la tele, no quería abrir el Facebook, no quería leer revista alguna o siquiera chusmear alguna ajena conversación de vecinos en la esquina, porque no quería enterarme (¡Aunque bien enterada estaba!) de que McCartney tocó ayer, y toca hoy. Si, fui una de las decenas de boludas que dijeron: "Naa, ¿Para qué? A mi no me gusta demasiado lo de ahora, y el joven Paul de 20 años no vuelve más..." ¡Y ahora se quieren cortar las venas! Porque el ex-Beatle dió un espectáculo TREMENDO ¡Y encima! Estuvo Charly para que se me descontrole la realidad y quiera salir a romper todo... En fin, me conforma pensar que, por algo, hoy estoy acá y no allá. Sorpresas todavía tengo para disfrutar, y espero tener mucho que contar del próximo añito que se me viene.
Necesito que llegue Diciembre con todo su aire de episodio final y se vayan estas pruebas, se vayan estas corridas y venidas, se vayan estos horarios apretados y climas irritantemente variados. ¡Quiero el Flaco, Serrat, los Batifondos, las salidas diarias y las noches interminables! Música, política, pensamiento libre, lucha, emociones, gritos, risas, caminatas, almuerzos grupales, shows y estrenos. ¡Quiero vivir Margeeeeee, déjame por favorrrr!
Resumiendo, me siento parada en el medio de la vida, como diría aquel viejo temita de Serú... Soy feliz, aún viviendo la situación de ser la tutora de mi propio espíritu, sé que soy feliz.
Dudaba en ir, pero después de un ataque verbal con mi vieja, sentía mi deber pasar la tarde puertas afuera... A veces me cuesta verla como mi mamá, es más bien, como una de esas compañeras de cuarto que tienen las protagonistas en las películas baratas, esas que son insoportables y su papel en el drama es joder lo más posible de una forma infantil e irracional... O la tintura le deteriora la moral, o el escote de todos los sábados a la noche le deja entrar demasiado aire y se le vuela la coherencia. De todas maneras, no estoy para hablar de ella ahora (Aunque siempre hay algo que decir).
¡Yo, corriendo al mejor estilo Zona Norte! Las zapatillitas blancas, la colita bien alta, (Ambas dos, jajaja) la musculosa gimnástica y el mp3 del celular guardado en la riñonera. Todo eso, si lo decorás con mi imagen, sigue siendo algo impresentable, pero no podía dejar de sentirme importante corriendo entre gorilas y modelitos uni-neuronales.
Después de un par de horitas, volvi a casa. No quería prender la tele, no quería abrir el Facebook, no quería leer revista alguna o siquiera chusmear alguna ajena conversación de vecinos en la esquina, porque no quería enterarme (¡Aunque bien enterada estaba!) de que McCartney tocó ayer, y toca hoy. Si, fui una de las decenas de boludas que dijeron: "Naa, ¿Para qué? A mi no me gusta demasiado lo de ahora, y el joven Paul de 20 años no vuelve más..." ¡Y ahora se quieren cortar las venas! Porque el ex-Beatle dió un espectáculo TREMENDO ¡Y encima! Estuvo Charly para que se me descontrole la realidad y quiera salir a romper todo... En fin, me conforma pensar que, por algo, hoy estoy acá y no allá. Sorpresas todavía tengo para disfrutar, y espero tener mucho que contar del próximo añito que se me viene.
Necesito que llegue Diciembre con todo su aire de episodio final y se vayan estas pruebas, se vayan estas corridas y venidas, se vayan estos horarios apretados y climas irritantemente variados. ¡Quiero el Flaco, Serrat, los Batifondos, las salidas diarias y las noches interminables! Música, política, pensamiento libre, lucha, emociones, gritos, risas, caminatas, almuerzos grupales, shows y estrenos. ¡Quiero vivir Margeeeeee, déjame por favorrrr!
Resumiendo, me siento parada en el medio de la vida, como diría aquel viejo temita de Serú... Soy feliz, aún viviendo la situación de ser la tutora de mi propio espíritu, sé que soy feliz.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Todos estos años de Gente
El miércoles vuelve a esconderse en el calendario, el jueves asoma de a poquito su luz frente a la noche hermosa que estoy disfrutando... Recién termina la primera mitad de la semana, y tengo esa sensación incoherente de estar viviendo uno de mis más reparadores sábados nocturnos. ¡Qué semanita! Primero que nada, feliz: Me uní a la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), un grupito muy lindo de pibes con una mentalidad que me copó muchísimo, kirchneristas, y en su mayoría peronistas, con un sentimiento de libertad y compromiso que me sacó más de una sonrisa.
Me junté con ellos el sábado, los conocí, y el martes pasado tuve mi primer viaje grupal: Corriente Nacional de la Militancia. La plaza del Congreso decorada con banderas políticas y un enorme cartel de Él y Ella, a metros nomás del llamativo busto inflable de Eva Perón.
Cuando ibamos llegando, sentada en el subte, me preguntaba si realmente hacía lo correcto estando en ese lugar, si pertenecía a todos ellos, si esa pasión que se mesclaba con nervios era algo que valía la pena... Y no fue hasta que los cantitos arrancaron, que la gente de cualquier edad, lugar y clase social se pegaron codo a codo, que alguien que jamás había visto me palmeó la espalda y me dijo: "Bien, piba", que me di cuenta que las dudas no importaban, mientras lleve la justicia como bandera y sepa que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita...
Habló Filmus, emoción. Aplausos, miradas al cielo, lágrimas en memoria de los tantos, risas compañeras y un enorme e inolvidable: ¡Gracias Néstor, fuerza Cristina! que me ponía la piel de gallina. Un enorme pogo ya se estaba armando, y no me podía quedar afuera. ¿Alguna palabra? Fuerza. Física y mental. Todavía me duelen los hombros y los pies cada tanto necesitan un masaje... Pero ¡Cómo explicar ese sentimiento! Los debates en las carpas fueron algo que no voy a olvidar jamás. Gente de t o d o s los lugares posibles se paró a hablar, desde el que iba con un Blackberry en el bolsillo, hasta el que juntó monedita por monedita para llegar con los suyos hasta allá.
Se me llenaron los ojos de lágrimas, reí a carcajadas, recordé con odio y rencor parte de nuestro pasado, aprendí de mi presente, soñé y preparé (Y seguiré preparando hasta mi último día) mi futuro, porque viví mi país, mi historia, mi origen, mi vida... ¿Y eso cómo se llamará? Yo por ahora le quiero decir "Patria".
Me junté con ellos el sábado, los conocí, y el martes pasado tuve mi primer viaje grupal: Corriente Nacional de la Militancia. La plaza del Congreso decorada con banderas políticas y un enorme cartel de Él y Ella, a metros nomás del llamativo busto inflable de Eva Perón.
Cuando ibamos llegando, sentada en el subte, me preguntaba si realmente hacía lo correcto estando en ese lugar, si pertenecía a todos ellos, si esa pasión que se mesclaba con nervios era algo que valía la pena... Y no fue hasta que los cantitos arrancaron, que la gente de cualquier edad, lugar y clase social se pegaron codo a codo, que alguien que jamás había visto me palmeó la espalda y me dijo: "Bien, piba", que me di cuenta que las dudas no importaban, mientras lleve la justicia como bandera y sepa que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita...
Habló Filmus, emoción. Aplausos, miradas al cielo, lágrimas en memoria de los tantos, risas compañeras y un enorme e inolvidable: ¡Gracias Néstor, fuerza Cristina! que me ponía la piel de gallina. Un enorme pogo ya se estaba armando, y no me podía quedar afuera. ¿Alguna palabra? Fuerza. Física y mental. Todavía me duelen los hombros y los pies cada tanto necesitan un masaje... Pero ¡Cómo explicar ese sentimiento! Los debates en las carpas fueron algo que no voy a olvidar jamás. Gente de t o d o s los lugares posibles se paró a hablar, desde el que iba con un Blackberry en el bolsillo, hasta el que juntó monedita por monedita para llegar con los suyos hasta allá.
Se me llenaron los ojos de lágrimas, reí a carcajadas, recordé con odio y rencor parte de nuestro pasado, aprendí de mi presente, soñé y preparé (Y seguiré preparando hasta mi último día) mi futuro, porque viví mi país, mi historia, mi origen, mi vida... ¿Y eso cómo se llamará? Yo por ahora le quiero decir "Patria".
sábado, 6 de noviembre de 2010
La Verdad de Las Grullas
Hoy fue un día memorable ¡Que día, por Dios! Me levanté temprano con la esperanza de que al llegar este momento, tenga en mis manos este regalo. Me levanté temprano con la esperanza de hacer un trato con mi vieja para que me preste lo último que me faltaba, esa pequeña cantidad que separaba mi presente, de un sueño a cumplir. Me levanté temprano con la esperanza de subirme al bondi e irme hacia allá, bien allá, donde el obelisco vigilaba las historias porteñas y se escondían entre esas veredas angostas, los sueños de tantos. Me levanté temprano llena de incertidumbre, creyendo si alguna vez, en unos años, recuerde el 06 de Noviembre del 2010 como: "El día que compré el Set Box del flaco Spinetta" y me sonrió el corazón como agradeciendo tener la piel de gallina por cada segundo que se aproxima al último mes de este añito tan especial.
Y ahí estaba, caminando por Talcahuano, fichando todas las cosas que podían salir mal, para por lo menos evitar el pensamiento de: "¡Qué pelotuda! ¡Cómo no me di cuenta!" y rogarle a Dios que me deje saborear la eternidad imaginaria otra vez... Llegué y no pude encontrar mejor bienvenida que una pantalla grande con uno de sus shows, y un grupo de tipos que esperaba lo mismo que yo: Felicidad.
Me dieron un sobre, el más lindo que ví en mi vida. Lo abría y lo cerraba cada dos segundos, pensando que por ahí me extrañaba y no quería que la entrada al Evento Lanzamiento se quedara sola, o por ahí la fotito del flaco tenía calor, o por ahí al sobre mismo le agotaba encerrar tanta magia junta. Me senté en mi cama y con la mirada fui recorriendo cada poster que empapelaba mis paredes.. Sí, formar parte de ese pequeño porcentaje de la sociedad que piensa y vive la realidad, te hace sentir una mierda. ¡Pero ojo! No siempre es así. Hay veces, como en este momento, que el orgullo por ser lo que soy me instala una sonrisa imborrable, y se te despierta un sexto sentido: El de los sueños.
Esa extraña sensación de tener siempre la mente despierta para pensar, aunque el pensamiento sea una estupidez, es sentir que todavía hay gente que quiere seguir, que quiere crecer, que quiere un mundo cada día más digno de su lucha. Hoy sonreí, me emocioné, pensé, creí, imaginé, recordé, llegué a ese lugarcito especial que se reserva para los soñadores, y gracias a Dios, estoy despierta para vivirlo.
Te espero con ansias desde este jardín de gente,
sueño tu escape hacia el alma que regala la luz
verdadera, contra todos los males de este mundo... ♥
Y ahí estaba, caminando por Talcahuano, fichando todas las cosas que podían salir mal, para por lo menos evitar el pensamiento de: "¡Qué pelotuda! ¡Cómo no me di cuenta!" y rogarle a Dios que me deje saborear la eternidad imaginaria otra vez... Llegué y no pude encontrar mejor bienvenida que una pantalla grande con uno de sus shows, y un grupo de tipos que esperaba lo mismo que yo: Felicidad.
Me dieron un sobre, el más lindo que ví en mi vida. Lo abría y lo cerraba cada dos segundos, pensando que por ahí me extrañaba y no quería que la entrada al Evento Lanzamiento se quedara sola, o por ahí la fotito del flaco tenía calor, o por ahí al sobre mismo le agotaba encerrar tanta magia junta. Me senté en mi cama y con la mirada fui recorriendo cada poster que empapelaba mis paredes.. Sí, formar parte de ese pequeño porcentaje de la sociedad que piensa y vive la realidad, te hace sentir una mierda. ¡Pero ojo! No siempre es así. Hay veces, como en este momento, que el orgullo por ser lo que soy me instala una sonrisa imborrable, y se te despierta un sexto sentido: El de los sueños.
Esa extraña sensación de tener siempre la mente despierta para pensar, aunque el pensamiento sea una estupidez, es sentir que todavía hay gente que quiere seguir, que quiere crecer, que quiere un mundo cada día más digno de su lucha. Hoy sonreí, me emocioné, pensé, creí, imaginé, recordé, llegué a ese lugarcito especial que se reserva para los soñadores, y gracias a Dios, estoy despierta para vivirlo.
Te espero con ansias desde este jardín de gente,
sueño tu escape hacia el alma que regala la luz
verdadera, contra todos los males de este mundo... ♥
domingo, 31 de octubre de 2010
Alma de diamante
Una mirada caída, una sonrisa perdida. Buscando entre cenizas de ilusiones las llamas de un sueño que alguna vez ardió. Preguntándole a la vida donde dejó la inocencia de su lejana niñez, casi tan lejana como el calor de un cariño verdadero.
Si es tanto lo que duele vivir acompañada del ruido del tacón, de sus medias caladas o de su minifalda marrón ¿Por qué levantar la vista, esperando que el próximo coche traiga de rescate un príncipe azul? Si hoy solo vive entre páginas rotas, lamentando una derrota poco a poco, gota a gota.
Transitando un camino sin destino, con un escenario vacío y una meta a la deriva. Su estómago no quiere comida, sus pies no conocen la monotonía. Sólo se deja observar, una figura nocturna al pasar: Casi natural, casi celestial.
Y cuando llega el momento del show, solo puede dar otra sonrisa cansada, para adentrarse en el mundo de la desesperación, donde en Dios no existe perdón y el diablo espera cobrar la jugada. Entregar su arma de vida a un viajero que no tiene edad, religión o lugar. Vender su saber y su talento a cambio de un bolsillo lleno, regalar sus alas de ángel y un viaje al mismo cielo, actuando un anhelo que nunca existió. La boca que grita palabras falsas, los ojos ciegos de ver oscuridad, los oídos sordos de escuchar sus propias mentiras. Desnuda al pasado y besando con frialdad el presente, mientras en su cuerpo ya no queda rastro de ternura, solo huellas de amargura y un pedazo de ilusión.
Sólo la luna es testigo de sus miserias, sólo ella sabe de sus lágrimas negras, que ruedan en silencio sobre sus mejillas serias. Cuenta sobre la mesa el resultado de cada amanecer, como creyendo que algún papel verde le dará promesas de padre, abrazos de madre o desayuno sin ron. Consumiendo cada tubo blanco del cartón, inhalando indecencia, exhalando desesperanza, perdiendo arrogancia junto al resto del brillo que abundaba en su mirar. La melodía que le robo el corazón le enseñó que en infierno no hay compasión. Que los arañazos al alma que desesperaron sus uñas rojas sólo dejan de doler, cuando la almohada le ilusiona un calor que entibia sus piernas de mujer.
sábado, 30 de octubre de 2010
Que ves el cielo
Tu partida no sólo me empapeló la tristeza de perder a un corazón noble, sino también me dejó un mal sabor de boca, y no pude evitar preguntarme... ¿Será siempre cierto, eso de que descubrimos el verdadero valor de las cosas, justo cuando ya no podemos disfrutarlas? Fue tan poco lo que te pude admirar en vida... Tus pensamientos, tus proyectos, tus ideales, el compañerismo con tu pueblo, tu inteligencia, el amor incomprable que le tenías a tu gente. Esa lucha que, junto a Cristina, pudiste emprender sin importarles lo que se decía, lo que se atacaba, lo que se mentía... Porque sabían que ahí adelante había un futuro mejor para todos.
Escuchar tu voz, después de saber que te fuiste, me permite sentirte un poquito más cerca. No porque tu cuerpo descanse hoy en paz y ya no pueda salir a defender lo que nos pertenece, sino porque el espíritu y las ganas de vivir se refleja en cada sonrisa luchadora que te recuerda sin bajar los brazos.
Si algo querriamos todos que pudieras saber en este momento, es que los sueños de una justicia argentina siguen intactos en cada pensamiento... Aunque estoy segura que cuando partiste de este mundo lo sabías. Lo sabías porque entendías que las cosas marchaban bien cada vez que tus ojos se iluminaban con la mirada de la compañera de tu vida, de la madre de tus hijos, de tu esposa y por muchos años más, nuestra querida presidenta.
¡Siempre vas a vivir en mí!
Gracias por todo Néstor, hasta siempre.

Si algo querriamos todos que pudieras saber en este momento, es que los sueños de una justicia argentina siguen intactos en cada pensamiento... Aunque estoy segura que cuando partiste de este mundo lo sabías. Lo sabías porque entendías que las cosas marchaban bien cada vez que tus ojos se iluminaban con la mirada de la compañera de tu vida, de la madre de tus hijos, de tu esposa y por muchos años más, nuestra querida presidenta.
¡Siempre vas a vivir en mí!
Gracias por todo Néstor, hasta siempre.
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